Fabia

Qué gran acierto fue traer el coche, oh la la. Además, ya me voy conociendo las carreteras, cabras incluidas: Para venir a San Juanito, desde La Villa, hay que subir por la GM-2 (Dirección Alajeró), recorrer 15 Km y luego en la Degollada de Peraza cambiar a la GM-3 (Dirección Playa Santiago). 800 curvas, 2 tunelcitos y 200 señales de advertencia después, se llega a la Lomada de Tecina. (Qué rápido y fácil se escribe y qué exótico e impresionante es en realidad).

En fin, aparte del uso práctico habitual que brindaría un vehículo de cuatro ruedas motorizado, en este rincón del mundo, mi coche me ayuda también a socializar. Sí, sí. A continuación, un par de ejemplos.

1. Venía yo ayer de San Sebastián cuando (OMG) tras una de las curvas de la GM-3 diviso a un guiri colorao, rubio, joven, gallardo, caminando al filo del acantilado. Cuando me vio, sacó el dedito. Di un frenazo lleno de emoción y se me subió. Al coche. Era alemán. Me dijo que se había puesto a caminar, caminar, caminar y al final había llegado a “aquella” carretera. ¡A lo tonto el muchacho se había hecho 10 Km montaña arriba! Le veía hecho un asco, así que le ofrecí la botella de agua de 2 litros que llevaba junto con la compra en el asiento de atrás. “No, no, es igual.” “Que la cojas, coño”. Y nada, en lo que llegamos al Hotel Jardín Tecina, el bello resort en el que el chico se hospeda, se pulió los 2 litros él solito.

2. Esta tarde, camino de la Playa del Medio, la playa más chachi de los alrededores (en realidad hay tres y las otras dos molan entre nada y casi nada), me he encontrado a Gaby caminando en el sentido de mi marcha. Gaby es un chico nuevo, como yo, del equipo de animadores. A diferencia de mí, Gaby no es jefe de su departamento. Le he preguntado si quería que le acercara a algún sitio. Se ha subido, hemos charlado los 2 minutos de trayecto y me ha sugerido que la próxima vez que vaya a la playa, le avise, para ir bucear juntos. Ya veremos…

Ay, pequeño Fabia, cuánto te quiero… Además de libertad me traes tantas pequeñas alegrías… Mi Fabia de mis amores, cuántas historias nos quedan por vivir juntos. Tú y yo hasta el fin del mundo. Bueno, ese logro podríamos darlo ya por desbloqueado. ¡Hasta el infinito y más allá!